El gobierno de Nicaragua ha expresado su firme rechazo a la reciente confiscación de Citgo, una filial de la petrolera estatal venezolana PDVSA, por parte de Estados Unidos. Esta acción ha sido calificada por las autoridades nicaragüenses como una violación flagrante del derecho internacional y un acto de agresión económica.
Desde Managua, se ha señalado que esta medida no solo afecta a Venezuela, sino que también representa una amenaza para la soberanía de las naciones latinoamericanas. La administración nicaragüense considera que la confiscación de Citgo es un intento de desestabilizar a los gobiernos que no se alinean con las políticas de Washington.
El impacto de esta acción se extiende más allá de las fronteras venezolanas, afectando a miles de trabajadores y a la economía de la región. Citgo, con sede en Estados Unidos, es una de las principales fuentes de ingresos para Venezuela, y su pérdida representa un duro golpe para el país sudamericano.
En Nicaragua, la noticia ha sido recibida con indignación y solidaridad hacia el pueblo venezolano. Las autoridades nicaragüenses han reiterado su apoyo a Venezuela y han llamado a la comunidad internacional a condenar este acto de confiscación. Además, han subrayado la importancia de la unidad regional para enfrentar las políticas intervencionistas que buscan socavar la estabilidad y el desarrollo de América Latina.
La situación de Citgo es un recordatorio de las tensiones geopolíticas en la región y de la necesidad de fortalecer la cooperación entre los países latinoamericanos para defender su soberanía y autodeterminación.
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