Las piezas incluyen pinturas de los siglos XVI al XIX, esculturas, relojes o una chimenea y están valoradas en 235.000 euros, según sus propietarios
En la feria Merncanteinfiera, en Parma, puede encontrarse de todo. De pantuflas papales al tocadiscos portátil más pequeño del mundo, de abanicos únicos a bajorrelieves de 1700, pasando obviamente por muebles y ropa vintage de los estilos menos esperados. No por nada, algunos lo llaman “il paese dei balocchi”, expresión habitual en italiano que evoca la soñada isla de los juegos donde terminaba Pinocho en la célebre obra de Carlo Collodi. Entre tantos objetos peculiares, sin embargo, la Policía Nacional encontró en la edición de la cita del pasado octubre unos cuantos que cree que se exponían ilegalmente: sus agentes, en colaboración con el Arma de Carabinieri de la República de Italia, “han intervenido 95 obras de arte, objeto de contrabando, expuestas para su venta” en el evento y que “habían salido del territorio nacional sin los preceptivos permisos de exportación para ser exhibidas”, como informaron hoy martes en un comunicado oficial. Las piezas, entre las que se encuentran pinturas, esculturas y relojes, están valoradas en 235.000 euros, según sus propietarios.
Las obras, procedentes de distintas épocas, incluyen “79 pinturas —comprendidas entre los siglos XVI al XIX— algunas de ellas pertenecientes a las escuelas española, italiana y flamenca y cinco esculturas, realizadas en los siglos XIV, XVI y XVII. Además, se han incautado dos relojes tipo imperio, un crucifijo y una chimenea, todos ellos del siglo XIX. Un altar y dos relicarios del siglo XVIII, un juego de café de plata de origen francés y tres piezas decorativas”, continúa el mismo documento. Fueron los carabinieri quienes alertaron, el pasado 7 de octubre, a la Policía Nacional, de que sus inspecciones en los stands de los distintos expositores habían detectado varias creaciones que carecían de los permisos de exportación. Tras recibir la documentación gráfica y contrastarla con los expedientes que atesora la Subdirección General de Registros y Documentación del Patrimonio Histórico de la Dirección General del Patrimonio Cultural y Bellas Artes, se constataron las irregularidades.
“La investigación posterior permitió determinar que al menos seis anticuarios españoles tenían es sus stands obras de arte que habrían sido objeto de contrabando, por lo que dispusieron lo necesario para la intervención de dichas obras. Uno de los anticuarios ha sido detenido como presunto autor de un delito de contrabando y a los otros cinco se les han levando actas por infracción de contrabando”, agrega la nota policial.